Una fotografía filtrada desata el escándalo: su entorno confirma el romance y Apolo queda completamente fuera del juego.
El joven defensa del FC Barcelona, Héctor Fort, de apenas 19 años, cedido actualmente en el Elche, ha sido visto en actitud muy cercana con la influencer Tatiana Kaer, más conocida en redes como Tati.
Lo que empezó como un rumor viral en TikTok se ha convertido en un secreto a voces. Y lo más explosivo: ya hay quien da por finiquitada su relación anterior con Apolo, el supuesto novio de Tati hasta hace apenas unos días.
El detonante ha sido un vídeo publicado por el creador de contenido Javi Hoyos, quien no solo mostró una imagen de Fort y Tati paseando por Elche, sino que aseguró tener confirmación directa del entorno de ambos: se están conociendo y lo que comenzó como un romance discreto, ahora ya no tiene nada de secreto. “Tengo una fotografía de Héctor Fort y Tati. Ay, dios mío.
He podido confirmar con su entorno más cercano que tienen un romance secreto”, proclamaba Hoyos con dramatismo. Un drama que ha desatado una tormenta en redes sociales.
Las especulaciones no han tardado en florecer. La supuesta relación entre Tati y Apolo parecía sólida para muchos de sus seguidores.
De hecho, había quienes los veían como una pareja modelo dentro del universo de influencers españoles. Pero los últimos movimientos parecen indicar que esa historia ya es pasado.
Tati ha sido vista con Fort en más de una ocasión y, según testimonios difundidos por Hoyos, están tratando de mantener la discreción… aunque sin demasiado éxito.
“Intentaban que nadie les pillara. Pero les hemos pillado”, afirmaba el periodista digital.
La noticia ha tenido un eco inmediato en medios deportivos y de entretenimiento. Héctor Fort no es un desconocido: es uno de los nombres más prometedores de la cantera blaugrana, con una personalidad fuerte tanto dentro como fuera del campo.
Forma parte del núcleo joven que ha devuelto la ilusión al Barça: un equipo lleno de talento precoz, con figuras como Lamine Yamal, Gavi o Alejandro Balde.
No solo comparten vestuario, también amistades fuera del campo. Fort ha sido habitual en las reuniones y fiestas privadas organizadas por Ansu Fati, otro joven referente del club.
Precisamente esas fiestas han sido motivo de controversia en el pasado. En uno de los áticos más comentados de Barcelona, se fotografió a Fort junto a sus compañeros en reuniones que levantaron quejas vecinales por el ruido.
El diario ABC llegó a hablar de un “inquilino molesto” sin nombrarlos directamente, aunque las imágenes filtradas no dejaban lugar a dudas: estaban allí, riendo, bebiendo y celebrando como cualquier grupo de veinteañeros con fama y millones en juego. Faltaba alguien en esas fotos: Tati. Ahora entendemos por qué.
La aparición de Tatiana Kaer en esta historia no es un detalle menor. No es una desconocida ni una presencia decorativa.
Es una influencer consolidada, con miles de seguidores, campañas publicitarias y un personaje que despierta tanto admiración como críticas.
Su estilo es provocador, visual y muy medido. Que haya elegido a Héctor Fort, o que él la haya elegido a ella, no es un giro casual, sino un cruce de mundos: el del fútbol joven y millonario y el del influencer marketing donde todo se vende y se mide.
Y aquí es donde el triángulo se vuelve aún más interesante. Porque si bien Tati y Fort han sido vistos juntos, nadie olvida que hace apenas semanas las redes sociales seguían hablando de “Tati y Apolo” como una historia consolidada.
¿Qué ha pasado entre ellos?. ¿Fue una ruptura natural o una traición silenciosa?. ¿Sabía Apolo que había otro en escena?. ¿Se enteró por las redes como el resto del país? Las teorías no dejan de circular y el silencio de los protagonistas solo añade gasolina al fuego.
Lo que es indiscutible es que esta historia va mucho más allá de un simple romance juvenil. Héctor Fort, sin querer o queriendo, ha entrado en el club de los futbolistas que atraen más atención por su vida sentimental que por su rendimiento en el césped.
Y Tati, por su parte, se posiciona como la nueva WAG del Barça, en una generación en la que las parejas de los jugadores no solo acompañan, sino que comparten protagonismo.
El fenómeno WAG no es nuevo, pero sí ha mutado. Ya no basta con ser la novia del futbolista. Hoy se trata de tener presencia propia, de manejar la narrativa, de controlar la imagen. Tati ya lo está haciendo.
Y si la relación con Fort se consolida, estaremos ante una nueva pareja que marcará conversación no solo en los corrillos del deporte, sino también en Tik Tok e Instagram.
