Joaquín Domínguez, más conocido como Elxokas, nació en Lugo, el 13 de Abril de 1991. Ha logrado consolidarse como uno de los streamers más relevantes del panorama mundial..
Su ascenso meteórico ha quedado confirmado al posicionarse como el creador de contenido español con más suscriptores activos en Twitch, alcanzando la cifra de 46.516 suscriptores según los datos de Twitch Tracker.
Este dato no solo es significativo por lo que representa en la escena nacional, donde ha superado a gigantes como Ibai Llanos, ElRubius, IlloJuan o Auronplay, sino también por su alcance global: siendo uno de los streamers con más suscripciones en todo el mundo.

Elxokas no ha llegado a esta posición por azar.
Su estilo irreverente, directo y provocador ha generado una base de seguidores extremadamente fieles, que lo acompañan en cada transmisión.
Su presencia en Twitch no es solo constante, sino también estratégica, enfocada a fidelizar a su comunidad a través de interacciones genuinas, momentos virales y una narrativa personal que lo diferencia del resto.
Lo que para algunos puede resultar polémico o excesivo, para otros representa una autenticidad que escasea en un entorno cada vez más profesionalizado y, en ocasiones, artificial.
El reconocimiento en Twitch trae consigo una consecuencia inevitable: dinero. El propio Elxokas ha sido transparente al respecto y ha compartido públicamente las cifras de ingresos generados exclusivamente a través de su canal de YouTube durante los últimos meses del año anterior.
El debate sobre el dinero que generan los creadores de contenido no se limita a la admiración o la envidia que puedan suscitar esas cantidades.
En España, donde la carga fiscal es particularmente alta para quienes ingresan elevadas sumas, surge una cuestión mucho más espinosa.
La presión fiscal que afrontan ha llevado a muchos de sus colegas a mudarse a Andorra, donde el sistema tributario es mucho más favorable.
Esta fuga de talentos digitales ha sido duramente criticada por parte de la opinión pública, que acusa a estos creadores de eludir su responsabilidad con el Estado.
Elxokas ha sido una figura clave en este debate. Hace un año, durante una entrevista en La Resistencia, defendía con firmeza su decisión de seguir viviendo en España.
“No hay que criminalizar a nadie. Se ha cargado contra los youtubers cuando el problema es otro. Yo respeto que la gente se vaya a Andorra, pero yo prefiero quedarme aquí porque me gusta mi país y contribuir a que todo vaya bien”, declaraba entonces.
Su postura fue celebrada por muchos como un acto de compromiso y valentía en un contexto donde la opción fácil parecía ser la evasión legal a través del cambio de residencia.
No obstante, el paso del tiempo y la creciente presión económica parecen haber matizado su discurso. Aunque no ha cambiado de país, Elxokas ya no se muestra tan contundente al respecto.
Entiende, más que nunca, a aquellos que han optado por trasladarse a Andorra. Considera injusto el trato que reciben los grandes contribuyentes en España y cuestiona la lógica de un sistema que, según él, penaliza a quienes más aportan.
La contradicción entre su deseo de permanecer y su frustración con el sistema fiscal español revela un conflicto interno que no es exclusivo suyo, sino común a muchos creadores que sienten una mezcla de responsabilidad social y hartazgo económico.
Este conflicto se convierte en una reflexión más amplia sobre el papel de los creadores de contenido en la economía moderna.
A diferencia de profesiones tradicionales, su trabajo es a menudo subestimado, banalizado o simplemente incomprendido. Sin embargo, las cifras hablan por sí solas.
Elxokas no solo entretiene: genera empleo, dinamiza plataformas, influye en miles de jóvenes y representa un modelo de negocio viable para muchos.
La tributación de sus ingresos, por tanto, no puede reducirse a una cifra. Es una discusión sobre cómo se adapta el sistema fiscal a las nuevas formas de producción digital y si realmente ofrece un marco justo para quienes están liderando esta transformación.
A pesar de todo, Elxokas sigue transmitiendo desde España. Cada directo es una mezcla de provocación, comedia, crítica y autenticidad.
Su comunidad lo respalda, incluso cuando sus declaraciones generan titulares y controversia. Y tal vez sea esa capacidad para mantenerse en el centro de la conversación, para incomodar sin dejar de entretener, lo que mejor define su éxito.
Elxokas no se esconde. Ni de los números, ni de los impuestos, ni de la polémica. Está donde quiere estar: al frente del streaming español, sabiendo que su éxito también lo obliga a ser parte de un debate más profundo.
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