¿Quién es Cocituber?: El influencer de la comida popular

Cocituber es el alias digital de Alfonso Ortega, un creador de contenido español que ha transformado los bares de barrio y la comida tradicional en un espectáculo viral.

Su nombre empezó a sonar en redes por algo tan simple como auténtico: sentarse en un bar, pedir un plato de cocina popular y contar lo que veía, comía y sentía. Pero ¿quién es realmente Cocituber?

Nacido en Ávila, Alfonso pasó su infancia entre las calles tranquilas de esta ciudad castellana. En cuanto tuvo oportunidad, entre los 18 y los 20 años, se trasladó a Madrid con la intención de montar una empresa.

Pero la llegada de la crisis económica de 2008 truncó todos sus planes.

Lo que pudo haber sido un fracaso irreversible, acabó por transformarse en el origen de una carrera completamente distinta.

Con el negocio frustrado, empezó a hacer monólogos, una vía para conectar con la gente y también una salida a su creatividad.

Fue en ese ambiente, entre los escenarios pequeños y el público cercano, donde Cocituber comenzó a tomar forma.

A medida que las redes sociales ganaban terreno, Alfonso decidió explorar nuevos formatos. Su talento para contar historias encontró entonces una plataforma perfecta.

Cocituber se hizo un hueco en internet grabando vídeos en los que visitaba bares de toda la vida y pedía platos de la cocina más castiza: oreja a la plancha, patatas revolconas, torreznos… Nada de fusiones ni florituras, solo comida con sabor a barrio.

Su forma directa y cercana de hablar, sin filtros ni guiones, lo convirtió en un fenómeno que conectó con miles de personas. En un mundo saturado de postureo, Alfonso apostó por lo auténtico. Y acertó.

Pero la llegada de la crisis económica de 2008 truncó todos sus planes. Lo que pudo haber sido un fracaso irreversible, acabó por transformarse en el origen de una carrera completamente distinta.

Con el negocio frustrado, empezó a hacer monólogos, una vía para conectar con la gente y también una salida a su creatividad. Fue en ese ambiente, entre los escenarios pequeños y el público cercano, donde Cocituber comenzó a tomar forma.

A medida que las redes sociales ganaban terreno, Alfonso decidió explorar nuevos formatos. Su talento para contar historias encontró entonces una plataforma perfecta.

Cocituber se hizo un hueco en internet grabando vídeos en los que visitaba bares de toda la vida y pedía platos de la cocina más castiza: oreja a la plancha, patatas revolconas, torreznos… Nada de fusiones ni florituras, solo comida con sabor a barrio.

Su forma directa y cercana de hablar, sin filtros ni guiones, lo convirtió en un fenómeno que conectó con miles de personas. En un mundo saturado de postureo, Alfonso apostó por lo auténtico. Y acertó.

Su historia no tardó en explotar. Alfonso Ortega, ya conocido como Cocituber, acumuló cientos de miles de seguidores en TikTok, Instagram, YouTube y Facebook.

A pesar de su crecimiento, mantuvo una coherencia inusual: rechazó las recetas espectaculares o los retos de moda para centrarse en lo cotidiano. Su éxito radicó precisamente en esa sencillez.

Detrás del personaje hay una historia de superación. Tras una etapa marcada por el consumo de alcohol, Cocituber decidió dejarlo por completo.

Desde entonces, ha visitado más de 700 bares sin beber una sola gota. Sus vídeos se convirtieron en una especie de terapia personal, y para muchos de sus seguidores, en un ejemplo de autenticidad.

Con su popularidad disparada, decidió probar suerte también como hostelero. En 2023 abrió cuatro locales bajo la marca “Los Clásicos de Cocituber”, en barrios obreros como Vallecas, Alcorcón y Fuenlabrada.

El éxito inicial fue rotundo: colas interminables, locales llenos solo con una historia en Instagram y platos a precios asequibles que recuperaban el espíritu del bar de toda la vida.

Pero ese sueño duró poco. En octubre de 2024, Alfonso anunció el cierre de todos sus bares. Alegó que sin su presencia, esos locales perdían su esencia. “Si no estoy allí, esos bares no soy yo”, explicó. No lo vivió como un fracaso, sino como una decisión consciente: priorizar su libertad y su autenticidad antes que convertirse en empresario.

Desde entonces, ha redoblado su presencia como creador de contenido. Hoy en día recorre España en furgoneta con su perrita y grabando en cualquier rincón, sin horarios ni locales que lo aten.

Cocituber es hoy más que un influencer. Es una figura que conecta con la nostalgia, con la autenticidad y con una forma de comer y vivir que muchos creen olvidada.

Su historia, desde un intento empresarial frustrado hasta convertirse en referente gastronómico, demuestra que se puede triunfar sin filtros, sin trampas y sin renunciar a uno mismo.

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