Raúl Álvarez Genes, conocido mundialmente como AuronPlay, no solo es una de las figuras más influyentes del entretenimiento digital en habla hispana, sino también un pionero que ha marcado el camino de varias generaciones de creadores de contenido.
Nacido en Badalona el 5 de noviembre de 1988, comenzó su andadura en el mundo virtual mucho antes de que la palabra «streamer» tuviera el peso mediático que posee hoy.
Su ascenso desde los modestos vídeos enmascarados en YouTube hasta convertirse en el tercer streamer con más seguidores del planeta en Twitch,
y el primero en español en superar los 10 millones de followers,
es una historia que refleja tanto evolución personal como la transformación del ecosistema digital en la última década.
El nombre «AuronPlay» proviene del personaje Auron, del videojuego Final Fantasy X, un guiño temprano a una de sus grandes pasiones: el mundo gamer.
Su canal principal en YouTube fue creado en febrero de 2006, y aunque sus primeros vídeos fueron eliminados posteriormente, se considera que el más antiguo disponible, titulado «Mis aficiones», data de 2009.
En sus inicios, Raúl grababa con una máscara, evitando mostrar su rostro. Esta estrategia no solo respondía a una cuestión de anonimato, sino que le añadía un toque de misterio a un canal que apostaba por la sátira, la crítica social y el humor sin guion.
Durante años, AuronPlay construyó un estilo propio caracterizado por una producción sencilla: cámara fija, un fondo reconocible lleno de pósteres, y un discurso directo.
Desde 2012, comenzó a ganar notoriedad por sus vídeos de crítica a fenómenos virales de Internet, convirtiéndose en una figura clave dentro del movimiento youtuber en España.
Se definía a sí mismo como un creador “cutre” por la baja edición de sus contenidos, pero esa misma naturalidad conectó con millones de personas.
Su canal principal acumuló más de 30 millones de suscriptores y miles de millones de visualizaciones, mientras que su canal secundario, “Auron”, también creció hasta los 15 millones.
Su popularidad no solo se quedó en la red. AuronPlay llenó teatros con monólogos, publicó libros de corte autobiográfico y de humor como De lo peor, lo mejor (2015) y AuronPlay, el libro (2016), y hasta se adentró en la narrativa de ficción con El juego del hater (2017).
Fue nombrado por la revista Forbes España como uno de los 100 influencers más importantes del país y GQ lo calificó como uno de los precursores del vlogging en España.
En 2019, incluso el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, lo nombró simbólicamente “ministro de YouTube”.
Sin embargo, la gran transformación de su carrera llegó con Twitch. Aunque abrió su canal en septiembre de 2019, su migración de contenido fue gradual.
En 2021, confirmó durante una transmisión que su etapa en YouTube había terminado. El cambio no solo fue de plataforma, sino también de formato.
Twitch le permitió una conexión directa con su audiencia, impulsando su faceta como streamer de videojuegos y entretenimiento en tiempo real.
Este nuevo capítulo coincidió con su participación en series como Karmaland 4, Spain RP y Marbella Vice, donde mostró su talento para el roleplay, interpretando personajes como Gustabo en servidores de GTA V.
Pero fue con TortillaLand, una serie basada en Minecraft que reunió a algunos de los creadores de contenido más influyentes del panorama hispano, donde AuronPlay rompió todos los esquemas.
La serie acumuló más de 337 millones de impresiones y 214 millones de seguidores entre todos los participantes.
Auron no solo fue protagonista, sino también organizador, confirmando su liderazgo en el ecosistema digital. El éxito fue tal que en 2022 se lanzó una segunda temporada, consolidando la fórmula.
Ese mismo año, su participación como coorganizador del evento Squid Game en Minecraft para Twitch Rivals fue otro hito.
Simulando la trama de la popular serie coreana, el evento batió récords de audiencia y se convirtió en el más visto de la historia de Twitch Rivals, alcanzando cerca de 600.000 espectadores en su último día.
Le siguió Saw Minecraft Games, otro evento basado en la saga de terror que duró tres días, y que demostró la capacidad de Auron para innovar constantemente.
En Twitch, sus cifras son abrumadoras: más de 16 millones de seguidores, miles de horas vistas cada mes, y un público global que lo posiciona en el cuarto lugar mundial de la plataforma, solo superado por gigantes angloparlantes como Ninja y Tfue.
Sin embargo, lo más impresionante no son las estadísticas, sino la fidelidad de su comunidad. Alrededor de 46.000 personas mantienen una suscripción mensual, un indicador del vínculo profundo que ha forjado con su audiencia.
Su vida personal también ha sido seguida de cerca. Su relación con la streamer Biyín ha sido pública, con varias idas y venidas desde 2013 hasta su ruptura definitiva anunciada en abril de 2024.
Aunque ha preferido mantener ciertos aspectos de su vida en privado, ha abordado estos temas con sinceridad frente a su audiencia.
No todo ha sido aplausos en la carrera de AuronPlay. En 2015, fue duramente criticado por usar el hashtag #GranHermanoVIH en un vídeo de crítica al programa de televisión.
La controversia fue tal que tuvo que retractarse públicamente. En 2016, otra polémica lo involucró en una denuncia tras realizar bromas telefónicas a empresas madereras junto al youtuber Wismichu.
A pesar de estos episodios, ha sabido mantener su relevancia y continuar creciendo.
Hoy, AuronPlay no es solo un streamer o un youtuber. Es un referente cultural del universo digital, un pionero que entendió antes que muchos otros hacia dónde se dirigía el consumo de contenido en la era de Internet.
Su legado no está solo en los números que ha acumulado, sino en la forma en que ha sabido reinventarse una y otra vez sin perder la esencia que lo hizo popular: un humor ácido, una conexión genuina con su público y la capacidad de transformar lo cotidiano en espectáculo.
Su historia continúa escribiéndose cada día, en directo, frente a millones de personas.
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